Nunca he parido. Pero si he corrido dos veces un maratón completito (Nueva York y Chicago) y basada en eso puedo hacer la siguiente analogía a tan solo 3 semanas de mi FPP (fecha probable de parto, pa’ los que no saben).

1. Para correr un maratón, es necesario prepararte, aprender física y mentalmente. Saber a lo que te vas a enfrentar; entre mas información tienes, te resulta menos complicado. Si te avientas como el borras a correrlo seguramente algo no saldrá tan bien.
   Para un parto natural, es igual.
   
2. Cuando le empiezas a decir a la gente (que no son corredores) que vas a correr un maratón, empiezan las críticas por desconocimiento absoluto: ¡Pero que loca! ¡Qué necesidad! ¡Te vas a joder la rodilla! ¡Que ganas de sufrir! 
   Cuando comentas, sobre el parto natural, te dicen lo mismo.
   
   
3. Cuando te adentras al mundo runner, te das cuenta que existen 1001 gadgets que te prometen hacerte la carrera mas sencilla y ahí vas, como runner primerizo, a comprarlos todos, aunque ya corriendo te das cuenta que necesitabas la mitad. Dicen, que en un parto, es lo mismo.
   

4. Los nervios pre-maratón, se van incrementando conforme se acerca la fecha del gran dia.
   Con el parto es igual.
   

5. Cuando ya empezaste la carrera, los primeros kilómetros, son pan comido, juras que vas a poder perfecto, que todo estará bien, que tu mente ha sido entrenada por meses para esto, hasta la selfie te tomas, conforme vas avanzando y tus piernas se empiezan a cansar, como que empiezas a pensar, “-oops, en que me metí ” 😯 .
   No lo he vivido, pero dicen que el trabajo de parto comienza igual.
   

6. En un maratón, cuando ya estas mas allá del KM 30 quieres matarte o matar al vecino. Aunque no hayas tocado la famosa pared (cuando te acabas las reservas de glucógeno en el cuerpo) empiezas los verdaderos sentimientos saboteadores. Juras que fue una pésima decisión y hasta empieza a pasar por tu mente declinar el operativo.
   Cuenta la leyenda que en un parto natural después de 25 hrs de contracciones, hasta empiezas a pensar en una cesárea…
   

7. Cuando estas a nada de llegar a la meta del maratón, por ahí del KM 41… cuando ya no sientes las piernas, te dicen “corre con el corazón” y si, hay una fuerza suprema y mucho mas poderosa que tu, que te lleva ese último kilómetro aunque sea arrastrándote. Donde lo único que tienes en mente, es que pronto todo eso pasará, que en menos de 10 minutos estarás del otro lado de la meta, con tu cobijita, tu isotónico y tu paz mental.
   Tener a #BabyG en mis brazos, habrá sido como cruzar la meta de ese maratón. 😀
   

¡En fin! Si ya logre vencer la meta del maratón 2 veces, supongo que tendré el suficiente entrenamiento mental y tolerancia al dolor, para cumplir con mi sueño de un lindo parto natural. ❤

xoxo