Me caso en 8 días.
La gente me pregunta a diario ¿y ya estas lista? y ya por inercia y como parte del mismo juego me río y les contesto -¡claro, ya esta toda la producción!- hablando propiamente de la celebración de la boda misma, pero, ¿en realidad estoy lista para casarme? ¡no lo sé! ¿acaso alguien lo está?…
El 5 de agosto del 2016 cuando @lterickgonzalez me propuso matrimonio de la forma mas inesperada posible no me encontraba en mi mejor estado físico y justo un par de días atrás hablaba al respecto de todo lo que me sucedía en este post; traía un desastre metabólico/tiroideo producto de tantas exigencias y cambios drásticos a mi cuerpo (pasar de correr maratones a correr a vaciar todos los vasos rojos de peda al lado de Erick no fue algo que mi cuerpo me agradeciera) y adicional a todo, pasaba una pequeña pero acentuada crisis que me derivó en un “desajuste” químico que se manifestó en un terrible rash en mi piel. Varios doctores visitados y un par de tratamientos de medicina alternativa y nada, hasta que al fin, con unos simples estudios sanguíneos, di con el diagnostico de unos cuates llamados “eosinófilos” que traía por los cielos armando pachanga en mi cuerpo y ¡pum! llegó la solución y así en un par de semanas el asunto se había arreglado.
Desde entonces, había querido venir a escribir a mi querido blog toda la oleada de emociones que empece a experimentar, en este, mi pequeño corner digital que comenzó hace ya un par de años como un método para compartir fácil y de forma masiva mi experiencia en el mundo del wellness (físico y mental), los hábitos y el estilo de vida saludable y que después fue tomando un acelerado rumbo en crecimiento, que tuve que frenar ya que desafortunadamente, aunque me encanta pasar horas aquí, tengo un trabajo y una vida que no me permiten a veces estar tras el monitor chismeando con todos ustedes. Ademas, ¿qué les iba a contar? mi blog no se iba a convertir para nada un blog de novias, y de repente sin darme cuenta, mi tema de conversación, mis tableros de Pinterest y todas mis redes sociales, eran de una dignísima Bride to be. Plena, reluciente y muy en su papel. Me encantó el puesto y lo acepte con emoción y alegría.
Hoy, estoy nostálgica porque ya se me va a acabar ese título y pasare del Miss a Mrs. y no se que tan fácil será esa transición.
Soy una mujer de 32 años, hija única, acostumbrada a su espacio, a sus decisiones, a sus momentos y si, a hacer su regalada gana. Dentro de una semana deberé aprender a compartir mi espacio con otra mitad, a donar la mitad de mis decisiones y a aceptar que a veces, por mas de que lo odie, no siempre tendré la razón.
Dentro de 8 días, daré el sí que muchas niñas como yo, soñamos desde que jugábamos con las Barbies (si, a las mías las ponía velos de papel de baño y jugaba a que se casaban con Ken) no me da pena ni me avergüenza aceptar a los 4 vientos que yo si soñé siempre con casarme, tener una noche mágica y convertirme en “Wifey”. El sueño de toda princesa. Pero…. ¿qué pasa después? Disney no nos revela que sucede el día siguiente que Aurora baila con el príncipe mientras su vestido cambia de azul a rosa.
Por el contrario, uno está en contacto cada ves con mas historias, amistades, referencias, conocidos y casos que se leen hasta en los grupos de mujeres de Facebook: engaños, infidelidades, abandonos, carencias, separaciones, pleitos, abogados y hasta la búsqueda de invalidaciones eclesiásticas… ¿Qué pasa? ¿de verdad es tan difícil? o mas bien, ¿acaso nos lo tomamos tan a la ligera que ya nadie hace nada por convertir su matrimonio en un lugar blindado de la contaminación externa?
Hoy por hoy, se perfectamente lo que va a suceder en mi boda, minuto a minuto. Lo he ensayado, platicado, convertido en una escaleta, no podía ser de otra manera, por Dios, seamos realistas, dos novios que se dedican a hacer eventos y una Bride to be mega intensa y freak de los detalles, no iban a permitir que fuera de otra forma. Sin embargo, donde me declaro completamente incompetente por falta de experiencia, es en lo que sucederá al día siguiente. Regresando de la Luna de miel. En la vida diaria. ¿Será como en las películas y seré una esposa ejemplar que horneará galletitas? Lo dudo.
Agradezco a mis amigas, que siempre estan presentes y son una guia y referencia de “Do’s & Don’ts”, sus siempre válidos consejos, guías y hasta sus ejemplos de vida se vuelven una enciclopedia que devoraré llegado el momento.
Hasta que eso suceda, no me queda mas que disfrutar mis últimos 8 días de ser Bride to be, como una persona me dijo hace un par de días “Ely, ya se te va a a acabar ser el centro de atención”. Eso lo dudo ja ja ja… si en 32 años no he dejado ese hábito, no podría dejarlo ahora, pero si se me acabó el pretexto para usar coronitas cursis y un sin fin de props que me he colgado como una loca en estos 10 meses de planeación.
Les dejo el comparativo de la foto del día que me dieron el anillo y de un dia de entrenamiento hace poco menos de un mes (5 de agosto 2016 vs 5 de abril 2017) 8 meses después, un metabolismo nuevamente sano, funcionando, activo, una rutina de entrenamiento personalizada, una dieta balanceada y ganas de entrar en el vestido de mis sueños.
Besos Bridezillescos,
Felicidades Ely por todos los cambios que estás viviendo, después de toda oscuridad hay Luz, besos