Y no me refiero al egocentrismo feminista de las que dicen, “ningún hombre me merece, porque yo soy superior, perfecta, guapísima, divertida, gano bien, etc, etc, etc.” Hablo en un sentido de autoestima propia. Esa autoestima que va mas allá de sentirnos guapas, hablo de la autoestima que nos hace saber lo que queremos y no divagar.
A ningún, lean bien, NINGÚN hombre le gusta estar con esa niña que se siente menos, que todo el tiempo esta deprimida por lo que no tiene o no es, que inclusive por no darse cuenta de su valor se conforma con un pedacito de amor pasajero los domingos -cuando no hubo ningún partido bueno de futbol en la tele- y decide aceptar un booty call del susodicho.
Estoy lejos de ser experta en el tema, pero si tengo un largo recorrido de -casi 15 años- en el mundo amoroso oyendo argumentos de cualquier cantidad de amigas y amigos y he podido entender, como regla básica universal, que a los hombres les atrae mas la seguridad que la ausencia de celulitis, ¡Si! ¡Se que nos trauma!, pero un es mal que no solo vive en el cuerpo de las mujeres, sino también en nuestra cabecita.
Según la Kabbalah, el mayor placer de un hombre es proteger y servir a lo que ama, y una mujer que se ama a si misma no se siente amenazada de merecer y recibir esta protección, al contrario, le sirve para complementarse a si misma y crecer en todos los aspectos.
Una mujer que se ama a si misma no da para después obtener, por lo tanto lo que da es honesto y transparente. Se ama a sí misma y por ende sabe amar de forma natural. No pueden ir por la vida tratando de encontrar un hombre que las ame, si ustedes mismas se castigan con adjetivos como “tonta”, “gorda”, “aburrida” o cualquier otro calificativo que las aleje de su amor propio.
Conozco casos de niñas guapísimas que no saben amarse, que tienen un concepto propio demasiado severo o bien, que quisieron hacerse las muy machitas y jugaron el juego de “yo no me enamoro, solo te uso para pasarla bien y sacarte cenas caras” y hoy están mas solas que un pepino.
No quiero sonar a abuelita, pero a veces las abuelitas tenían mas razón de lo que creíamos, amarnos no solo significa aceptarnos, o amar nuestro cuerpo, significa respetarnos y hacer que nos respeten. Aprendamos a amarnos primero a nosotras mismas y después pasemos al paso dos que es amar a una pareja, de lo contrario, es como tratar de correr antes de aprender a caminar.
Suerte