Todos tenemos miedos, todos. Miedo a perder el trabajo, miedo al rechazo, miedo a la soledad, miedo a no ser exitosos, miedo a sufrir, miedo a las alturas, a la adrenalina, a la rutina, a los gérmenes, hay unos miedos la verdad, bien bizarros; pero constantemente estoy en contacto con el miedo mas grande de muchas mujeres hoy en día (y hombres también y cada vez más!) El miedo a engordar.
Todas hemos sido o somos presas de ese miedo alguna vez, he visto a las niñas mas skinny, pesando 43 kilos, viviendo con miedo a engordar. Sintiéndose culpables y pecadoras con cada bocado de pastel que se meten a la boca y sabiendo que en vez de disfrutar el placer, están cometiendo un crimen contra la talla cero.
¿Qué pasa con este miedo?
He investigado un poco al respecto y no es que existan complicados estudios científicos que demuestren que existe una hormona o químico que vincula directamente el miedo con el sobrepeso, simplemente hay mas que verlo con sentido común: el miedo es una de las emociones mas poderosas.
El miedo pone a nuestro cuerpo en un estado de alerta, de supervivencia, de lucha. Si estás a dieta y tienes miedo, tu cuerpo va a detectar una amenaza y ¿que crees que hará? ¡almacenará grasa!
No se han fijado que existen muchas niñas llenitas y que sieeeempre se la viven a dieta? literal comen solo tres lechugas pero simplemente no logran bajar de peso. Casi siempre esas mujeres comparten el mismo patrón de comportamiento: tienen miedo a engordar.
Inclusive, el miedo a engordar, tiene la capacidad de engordarnos más que la misma comida.
Todo lo que sabemos es cierto, si se necesita tener una dieta balanceada, bajarle a los carbohidratos, azúcares y grasas, hacer ejercicio, pero es igual de importante lo que pienses y sientes.
Hagan la prueba, no solo cambiarán su relación con la comida, sino su metabolismo, la próxima vez que se sienten a comer algo “culposo” liberen esa culpa, respiren profundamente, relájense y ¡disfruten lo que van a comer!
¡Bonito fin de semana! 🙂