Seguramente tu te has dado cuenta de esto, pero como yo, no te habías puesto a analizarlo a profundidad. Este fin de semana largo que acaba de pasar, tuve la oportunidad de salir a turistear en mi ciudad. Mi novio y yo fuimos al Parque de Chapultepec, al Centro Histórico y a Coyoacán, lugares con increíble atractivo turístico y muchas cositas divertidas por hacer, en estos lugares recreativos, hay cientos de puestos callejeros que venden “alimentos” (¡si se les puede llamar así!) que consume toda la familia. Me quede impactada cuando después de recorrer y recorrer las plazas y parques, no encontraba ninguna opción saludable para mi. Desde puestos de papas y chicharrón con chile, hotdogs (2 x $12 pesos, ahí tu dirás la calidad del embutido y de las salsas) productos Bimbo y aguas de “sabores” (que mas bien se veían como pintura diluida con agua) pero lo mas shockeante es ver a todas las familias mexicanas felices haciendo su picnic y disfrutando de la vacación comiendo todas esas cosas llenas de azúcar, conservadores y grasas malas. Lo peor, niños y niñas de escasos 4 o 5 años, consumiéndolas también.
Los niños en México, y estoy hablando de la mayoría de su población, es decir las clases medias, bajas y mas bajas que medias, crecen con un Boing, unas galletas Gamesa y unas papitas en las manos como si fuera de lo mas normal.
Es verdaderamente alarmante como el sobrepeso y la obesidad se ven de manera muy notoria en casi, casi, todos los mexicanos, me refiero a una gran mayoría. Cuando me di cuenta de eso, hasta le comenté a mi novio y lo tomamos como dinámica: “-Encuentra a una persona delgada-“ y nos topamos que era como buscar una aguja en un pajar. Si, habia las personas de complexión delgada pero casi a todas o todos, les sobresaltaba la pancita o llantita. Niños, niñas, jóvenes, adultos, personas mayores, no importaba la edad ni el sexo, pero casi todos eran gordos.
Ese análisis me llevo a pensar en el contraste físico que hay versus las élites sociales del país: las niñas del Regina o del Rosedal que saliendo del “cole” se van a pasear a Parque Duraznos, no se ustedes, pero yo las he visto, justo a eso de las 3:00 o 4:00pm, es una pasarela impresionante con figuras que me dejan boquiabierta (y si, un poco envidiosa) por esos cuerpos esbeltos y trabajados a los no mas de 15 años de edad. Todas altas, delgadas, hermosas, cuerpos marcados al nivel de su clase de Pilates o Yoga.
Puedes irte un fin de semana a cenar a los restaurantes de Santa Fe, Bosques, Polanco (donde el fresismo impera a la máxima potencia) o bien a la Condesa o Roma (donde igual son fresas pero mas del tono hipsteroso) y vas a notar que en su mayoría, los hombres y mujeres son delgados.
Entonces mi pregunta es ¿por qué la gente que menos tiene casi siempre cae en el sobrepeso? creo que existen varias respuestas.
La primera sería la más evidente y para responderla les hago otra pregunta ¿cuánto cuesta una bolsita de papas Sabritas o un Gansito vs. un Smoothie de Kale o unas tostadas de arroz orgánico inflado? ¿Dónde venden unas y dónde venden las otras? La gente de escasos recursos desafortunadamente en un país como México, tiene un muy limitado acceso a los productos saludables.
Pero ahí no para la cosa, tampoco me resulta que sea un impedimento cuidar la salud el no tener mucho dinero, puesto que todos sabemos que una fruta o verdura, se consigue en cualquier mercado de la ciudad y cuesta hasta mas barato que un pan dulce Bimbo, pero ¿entonces? yo creo que va mas allá de un tema de precios y mas bien es un rollo de desinformación.
Vivimos en una sociedad donde la información cuesta. Basta ver un día el canal 2 o Tv Azteca para ver que le enseñan a la gente en sus tontos y huecos programas de revista y basta ver sus anunciantes (Bimbo, Coca Cola, Nestle, Kellogg’s, Gamesa, Alpura…) para darnos cuenta el tipo de información a la que la gran mayoría de la gente de escasos recursos, tiene acceso. ¿Cuantos de ellos habrán oído de proteína? ¿O de alimentos orgánicos, harinas no refinadas, leche de almendras en lugar de lácteos? Dudo que muchos.
Entonces, la gran pregunta es: la comunidad mexicana de escasos recursos o de nivel socioeconómico bajo, ¿esta destinada a padecer sobrepeso? mientras que los mas favorecidos y sentados en la cúspide de la pirámide socioeconómica tienen acceso a tratamientos, dietas, suplementos, alimentos mas saludables y por ende, ¿un cuerpo mas sano y delgado? Por terrible que suene me parece que así es.
Por último, la siguiente pregunta sería ¿cómo se podrá remediar esto? Creo que responderme sería profundizar mucho en asuntos públicos, que ni yo, mis queridos lectores, puedo comprender al cien. Creo que va por cuestiones políticas, por negociaciones que hay en torno al apoyo que se le da a la industria de los alimentos procesados, por la falta de un programa real, actualizado y ajustado a las necesidades modernas por parte de de la Secretaría de Salubridad y/o el IMSS, por seguir siendo, desafortunada y tristemente, un país tercermundista sin acceso a la información.
Mientras tanto, los que si tenemos la oportunidad de saber es nuestra labor difundir, explicar, platicar a la gente que no sabe, los terribles daños de el azúcar refinada, los miles de problemas que les trae a su salud la obesidad y lo mal educados que nos tiene le canal de las estrellas.
Sintámonos afortunados por lo que tenemos, por la información valiosa que poseemos al saber cómo llevar una vida saludable y demos gracias todos los días al despertar por la sabiduría adquirida, saber es poder y el que sabe y no cambia, ya no tiene pretexto.
Tan cierto. En la medida que como sociedad nos responsabilicemos y actuemos nos estaremos ayudando y cambiando las cosas. Hasta el tipo de gobierno que tenemos.
Saludos.