Queridas y queridos lectores míos, muchos me han preguntado cómo pueden hacer para no subir de peso en Semana Santa, siento decirles que no existe técnica ni pósima mágica mas que tener control. 

Sin embargo, no todo esta perdido, yo siempre preocupada por su  figura, escribí algunos unos útiles consejillos buena onda, que les ayudara a no regresar rebotando de la playa.

Aquí les van…

1. Evita refrescos y aguas mineralizadas. Mucho he hablado aquí de lo dañino que es el refresco (hasta el light) por su gran cantidad de sodio y lo mucho que nos hace retener líquidos (y mas estando en playa o clima caluroso) pues les tengo que contar una anécdota, hace unas cuantas vacaciones atrás, su servidora convencida de que no iba a tomar un solo refresco, se ensaño con las aguas naturales mineralizadas, por lo menos para sentir “efecto gaseoso”. Yo iba por la vida tomando a todas horas mi agua mineral. Agua mineral en la alberca, agua mineral en la playa, agua mineral en la cena, y conforme avanzaban los días de mi vacación, yo sentía que engordaba y engordaba. En el baño del cuarto del hotel, había una báscula y ¡ohhh terror! al paso de 7 días había subido ya 5 kilos, ¡me quería matar! ¿porque subía si estaba haciendo todo bien? Pues regresando a México me di cuenta que toda mi “hinchazón” no era mas que agua, el sodio del agua mineral me había hecho retener líquidos cual ballena, y bueno, me tomo varias semanitas llegar a desintoxicarme con diuréticos para sacar tanta agua retenida… así que por favor, ¡EVITEN TODO EL GAS!

2. No hay pretexto: ¡Muévete! El hecho de que vayas de vacaciones de descanso, no significa que debas de estar echado cual vaca las 24 hrs, muchos hoteles de categoría Gran Turismo tienen actividades deportivas grupales como aqua-aerobics, volley ball playero, yoga, etc. Inscríbete y manténte en movimiento. Otra opción es que te diviertas en actividades eco-turísticas recreativas, como buceo, snorkeling, paseo en kayak, nado con delfines, cuatrimotos, etc. Muchas playas de México tienen esta opción de diversión a muy bajo costo y si nunca lo has hecho será algo diferente y emocionante;  si de plano no esta en tus planes, mínimo vete a trotar a la playa en las mañanas, te sorprenderás lo bien que se siente ver el amancer mientras te cargas de energía.

3. Viaja con tu snack de bolsillo. Si estas en uno de esos viajes de tours donde te traen de un lado para otro, y que ahora el museo, y que ahora el zoológico, y que ahora no se qué, seguro te atacara el hambre voraz entre destino y destino y antes de que caigas en las garras del fast food, es recomendable que cargues algún snack saludable, como nueces con frutas secas o de perdida una manzana, algo que ocupe poco espacio en tu bolsa o mochila viajera.

4. Evita los desayunos tipo Buffet. No hay peor perdición que los desayunos Buffet en los grandes hoteles. Aun recuerdo cuando me pegaba mis atascones y es que no hay peor paraíso para los carbo-adictos como yo, que un sin fin de hot cakes, waffles, crepas, huevitos revueltos, quesadillitas y panecitos dulces… ¡pues todo eso es el diablo de tus vacaciones! Aléjate y si tienes oportunidad de elegir, prefiere los desayunos a la carta y elige desayunos altos en proteína como omelette de champignones con jamón de pavo.

5. Cuidado con la barra libre. Los planes “All Inclusive” suelen ser una pesadilla disfrazada de beneficio, ofrecen cocteles hechos a base de alcoholes baratos y mezcladores de pésima calidad, jarabes de sabores que sumados al frappé nos saben a gloria mientras tomamos el sol. Si vaz a tomar alcohol, evita a toda costa los “martinis de sabores”, o “piñas coladas” suelen tener entre 1000 y 1200 calorías ¡cada uno! Prefiere mejor vino de mesa o whisky en las rocas / diluido con agua, además recuerda intercalar un vaso de agua por cada copa de alcohol.

No hay pretexto dulzuras, la vacación no es igual a atracón, no tiren por la borda todo lo que llevan ganado desde los propósitos de Enero y mejor disfruten de unas vacaciones sensacionales, deportivas y saludables, es increíble levantarse por la mañana en la playa temprano, sin cruda moral (ni alcohólica) y disfrutar verdaderamente el destino.

¡Enjoy!