Justo hace un par de posts, les hablaba de una película que vi y que recomiendo mucho, “Cuestión de Tiempo” (si no leíste el post haz click aquí) y hoy después de una serie de sucesos que me hicieron reflexionar bastante en los pasados días quiero hablarles de lo que cada uno sentimos por estar vivos. Se que suena a cliché de libro barato de superación pero es una realidad que cada vez nos perdemos mas en el abismo de los problemas -o los que creemos que son problemas- del día a día y nos olvidamos de lo que en realidad vale vivir.
Hagamos el siguiente ejercicio: si llegáramos a un punto dónde se nos preguntara: “a partir del día de mañana, tienes la opción de morir, o de seguir vivo, pero para seguir vivo, tienes que pagar un precio, ¿cuál pagarías?” yo creo que todos daríamos TODO por seguir viviendo. Lo mismo para la vida de un ser querido. Vaciaríamos cuentas del banco, ahorros, venderíamos coches, casas, todo. Y porque si desde esa postura valoramos tanto nuestra vida, ¿no la disfrutamos?
¿Se han dado cuenta que rápido se han pasado estos últimos años? Cuanto tiempo del 2013 dedicamos a estar enfurecidos en el tráfico, frustrados en el trabajo, peleando con nuestras parejas por cosas insignificantes, discutiendo con nuestros padres, lamentándonos por no tener el mejor cuerpo, ni el auto deportivo deseado, ¿cuantas horas al día sonreímos y hacemos que cada día valga la pena?
La semana pasada mi novio y yo fuimos víctimas de la terrible y asquerosa delincuencia en México, lo asaltaron apuntándole con una pistola en el pecho y por llevarse su auto, el celular y una laptop, casi le arrancan la vida. Tres días después, a mi me dio influenza, sin saber que era el virus, pase 48 hrs en cama sin medicarme ni acudir a un hospital, pensando que era una gripa y cuando me atendieron en urgencias sin fuerza para respirar, me dijo el doctor que la gente se muere de influenza por no atenderse a tiempo y que yo, estaba en el límite.
Que fácil y en que pequeño abrir y cerrar de ojos, la vida de mi pareja o mía, pudo haberse acabado y así modificar la del otro. Vivimos haciendo planes para el futuro sin darnos cuenta que en el presente se nos esta yendo la vida misma entre las manos.
Gracias a Dios mi novio esta bien y yo ya estoy de regreso del hospital; ahora me siento muy agradecida porque estas cosas, a veces son necesarias, a veces son simplemente botones que se activan y nos re encaminan la vida. Después de estas situaciones que recién vivi me siento con una misión, la misión de ser feliz, de no dedicarle tanto tiempo a las cosas negativas de mi día, a no enfocar mi energía en los errores del pasado, en perdonarme y perdonar, en ver el vaso medio lleno en lugar de medio vacío, porque después de todo, la felicidad es una cuestión de perspectiva, lo que para alguien puede llegar a ser un día gris y lluvioso, por ende triste, para otro puede ser la oportunidad perfecta para usar rain boots, pedir un café latte espumoso y escuchar esa canción feliz.
Y tu, ¿de que lado vas a ver la vida? ¿vas a dejar que se te siga escurriendo por entre las manos? ¿A que edad pretendes empezar a ser feliz?