Hoy es lunes 23 de diciembre y gracias a Dios las celebraciones pre-navideñas prácticamente ya terminaron. El torbellino de compromisos, cenas de fin de año corporativas, fiestas con los amigos, posadas y demás pretextos para convivir y “conbeber” se han acabado; sin embargo, no cantemos victoria, ahora viene la prueba de fuego para todos: la cena del 24 y del 31.
Los que lograron sobrevivir estas semanas al aumento calórico, se merecen un fuerte aplauso, los que como yo, nos dejamos ir “como foca en tobogán” entre vino, quesos, tamales, tacos y demás manjares decembrinos y ya subimos “unos kilitos” (o kilotes!!) no nos queda mas que resignarnos y pensar en cómo los vamos a bajar en enero, pero todavía podemos meter freno de mano y evitar seguir inflándonos como globos, por eso aquí les dejo 5 consejos prácticos y efectivos para evitar engordar estos 2 días.
1. El 24 y el 31, organiza tu agenda, tus preparativos y tu outfit, para darte 1 hora antes de la cena para salir a correr, no hace falta que vayas al gym (seguiramente estará cerrado) en la Ciudad de México hemos tenido la fortuna de vivir un diciembre con un clima bastante cómodo para correr. Salte en tu colonia o fraccionamiento y corre a tu ritmo de quema grasa. Si no eres corredor con que camines a ritmo rápido durante 1 hora será suficiente. Esto deberá suceder de 1 a 2 horas antes de la cena. Así los carbohidratos que ingieras en lugar de ser almacenados como depósitos en tu cuerpo, se utilizarán como recuperación a la sesión de cardio.
2. No te dejes engañar con el sodio. Se los digo por experiencia propia, llevo en estas semanas sintiéndome súper gorda pero en realidad es que estoy muy hinchada, estoy reteniendo líquidos peor que esponja y eso me hace sentir una ballena, ya que en mi afán de evitar los azúcares estoy “pecando” con cacahuates, chicharrones, carnes frías y demás botanas que aunque sus niveles de carbohidrato son bajos, son muy salados y ese sodio me esta matando.
3. Ya sea que acudas a una cena familiar o bien que seas el anfritrión de tu propia cena, considera tener a la mano una botana saludable (puede ser pepino con limón, jícama, zanahoria, etc.) Recuerda que estas cenas tienden a tener muchas horas de espera donde si no nos damos cuenta nos acabamos bolsas enteras de papitas y otras botanas mega engordativas; si ya te vas a dar el gusto de cenar rico y “libre de culpas” limítate en la botana.
4. Evita los refrescos, nunca me cansaré de decirles la porquería que son los jarabes con los que endulzan esas basuras, si vas a tomar alcohol, trata de tomarlo en las rocas o bien elige vino de mesa; las palomas, cubas, vodka-tonics y demás tragos largos son mortales por el nivel extremo de azúcar que nos meteremos en una sola noche.
5. Cuidado con el pan. Yo soy su principal seguidora y fiel fanática, pero debemos aprender a controlarlo, en este tipo de cenas se presta mucho a que tengamos frente a nosotros la canasta con delicioso pan recién salido del horno de la panadería y pareciera que no existen los cubiertos, todo lo queremos “empujar” con el pan. Piensa que de por si entre botanas, alcohol, platos fuertes y postres ya te estas metiendo al rededor de 2000 kcal. Si todavía le entras al pan, seguro darás el botonazo.
¡Suerte a todos y todas! Recuerden que lo recomendable es que si ya vamos a pecar, lo hagamos sin culpas, disfrutemos la comida con responsabilidad y medida y nos mentalicemos a que el cardio en Enero se volverá un must de TODOS LOS DÍAS.
¡Felices Fiestas!