Hoy quiero hablarles de un tema que aunque es tratado muy casual, tiene un trasfondo químico que pocos conocemos.
La adicción a los carbohidratos existe, así como existe a las drogas, al alcohol y a otras sustancias nocivas para nuestra salud.
Para esto empezaré con un concepto básico: La serotonina. ¿Qué es? Esta hormona, juega un papel vital en el bienestar general de nuestro cuerpo, ya que es la responsable de que se experimenten sentimientos de felicidad y satisfacción. Cuando esta baja, podemos sufrir irritabilidad, dolores de cabeza, y cambios negativos en el estado de ánimo que pueden llegar hasta depresión severa. (Ahí que muchos anti depresivos contienen serotonina). Una dosis de azúcar puede elevarnos nuestros niveles de serotonina y hacernos sentir placer, felicidad, alegría. (Por eso se presume que cuando estamos deprimidos, atascarnos de helado o de un pastel de chocolate nos hará sentir mejor…) Desafortunadamente, esto no es mas que un engaño; un remedio temporal.
Yo nunca he fumado, pero los fumadores me han dicho que fumar un cigarro alivia temporalmente la ansiedad, sin embargo horas después se sienten aún mas nerviosos y ansiosos que cómo estaban inicialmente. Bueno, con los carbohidratos pasa igual; una sobrecarga de azúcar, obliga al cuerpo a liberar una gran cantidad de insulina, la hormona encargado de controlar la glicemia (azúcar en sangre). Esta hormona lo que hace es trabajar para compensar el aumento, ocasionando que el azúcar en la sangre disminuya tan rápido como aumentó. Al bajarse de nuevo el azúcar, se experimenta más ansiedad y apetito por lo dulce. En otras palabras: entramos a un circulo vicioso que puede nunca terminar. Entre mas carbohidratos comes, tu cuerpo pide más y más y más.
Por eso en una dieta restrictiva en carbohidratos, los primeros días (para algunos inclusive semanas) son los mas difíciles, pero cuando conocemos esta causa biológica, es mas fácil entender lo que le esta pasando en nuestro cuerpo y sobre llevar esos días libres de azúcares y posteriormente, cuando nuestros niveles de insulina y serotonina están estables, nos resulta mas fácil llevar la dieta.
Yo en lo personal, me he sentido tan vulnerable ante esta adicción que he tenido que pedir en mi casa que escondan las galletas, he tenido que casi amarrarme al asiento del auto para no bajarme en un Oxxo desesperada por un pedazo de pan, literal he llorado y sufrido sangre, sudor y lágrimas para no caer ante tan placentera adicción y cual junkie he tenido ganas de matar a alguien por una mordida a una galleta Oreo. Si les ayuda saberlo, no son los únicos, es un mal que nos asecha a muchos.
Ahora que saben que no son ustedes, ni su “debilidad” sino que es un problema químico y una adicción, entiendan a su cuerpo, comprendan que no es mas que una deficiencia química y unos cuantos ajustes que están sucediendo en su sangre y a la próxima que experimenten esa ansiedad por dulce o harinas, repítanse a si mismos: “no es antojo, mucho menos hambre, es mi cuerpo pidiendo un químico, así como los drogadictos necesitan cocaína” y verán que lograrán aliviar mas fácil esa terrible sensación.
1, 2, 3.. ¡Animo!
Wouu ! No lo habia pensado asi, pero la verdad es que a mi cuando me entra la ansiedad… la verdad no puedo pensar solo quiero comer algo dulce lleno de harinas y/o carbohidratos !! y despues que los como me deprimo jajaja
Asi es esto
Saludos
Voy en el quinto Día hoy voy con mi medico y saber si ya estoy en cetosis, ayer todo el día sufrí por unas empanadas de chaya con queso, me encerré en mi cuarto para no ver a todos en la casa comer. Tu blog me ha dado mucha motivación
Mucha suerte si la sigues al pie de la letra los mismos resultados te van a motivar 🙂