Ir al súper puede ser un gran reto cuando estamos a dieta o tratando de llevar una alimentación saludable.
Aquí 10 consejos básicos para entrar y salir del supermercado sin abandonar ese nuevo estilo de vida.
1. Haz tu súper después de desayunar, comer o cenar. Evita ir cuando tienes hambre, querrás llevar de todo.
2. En medida de lo posible, aléjate del pasillo etiquetado bajo “cereales, pan de barra, pan dulce, galletas y dulces”. Pero de verdad, ¡¡aléjate!!
3. No le tengas miedo al área de verduras, opciones como berenjenas asadas o calabazas al grill son opciones delis y súper saludables.
4. Revisa etiquetas de información nutricional y aprende a leerlas, no solo te fijes en las calorías, también en grasas trans, azúcares y carbohidratos. Algo importante al revisar etiquetas de información es ver cuantas porciones tiene el paquete, un error común es dejarnos ir por las calorías o los carbohidratos que vemos en el empaque, pero hay veces que un miserable paquetito de galletas oreo considera “3 porciones por empaque” y tómala ¡ahí esta el engaño! Compara un producto con otro y llévate el que tenga menos de todo lo mencionado anteriormente.
5. Algunas tiendas manejan un pasillo o una sección con opciones para personas con diabetes, ese puede ser un buen lugar para ti, encontrarás desde galletas o mermeladas sin azúcar, pastelitos de linaza y otras monterías sugar free ¡hasta harina para hot cakes sin gluten y sin azúcar! (ojo, todo eso sigue teniendo carbrohidratos así que no abuses).
6. Cambia la leche normal por leche de almendras, soya o arroz.
7. En la fila de la caja, ponte a hojear una revista, juega Candy Crush o chatea con tus amigas/os pero evita comprar CUALQUIER alimento que se encuentre en el anaquel pegado a la caja, casi siempre es comida chatarra mega dañina para tu cuerpo.
8. Compra pechuga de pollo aplanada y manténla en el congelador de tu refri, siempre te sacará de un apuro y es fácil de cocinar asada o en tiritas.
9. Compra botellas de agua empaquetadas por docena, ahorrarás unos pesos y te obligas a llevar contigo tu botella de 1-2 litros diario sin pretexto alguno.
10. La regla de oro: si no lo llevas, no estará nunca a tu alcance. No compres cosas de las cuales te vas a arrepentir de tenerlas en tu alacena o refri.